Al igual que pasa con el jamón ibérico, a la hora de despiezar el bonito del norte no hay nada que se desperdicie. Pero hay una parte que es sin duda la más codiciada por su increíble textura y calidad. Nos estamos refiriendo a la ventresca, una pieza de característica forma triangular que como su propio nombre indica se encuentra situada en el vientre.

¿Es lo mismo atún que bonito?

El atún blanco o Thunnus alalunga tiene amplia presencia en aguas tropicales y templadas como el mar Mediterráneo. Sin embargo, se denomina bonito del norte al atún pescado en el mar Cantábrico, lo que en ocasiones lleva a confusión. Es decir, en realidad atún y bonito son dos especies distintas aunque sus términos se usen indistintamente.

Características de la ventresca de bonito

La ventresca tiene unas características excepcionales que las hacen únicas, como una proporción mayor de grasa que le da un sabor más intenso pero a la vez delicado. Su textura es muy tierna, suave y con una jugosidad que se deshace en la boca, un auténtico placer para los paladares más exquisitos.
Al tratarse del corte más cotizado del bonito del norte, su precio también es más elevado, por lo que te prevenimos para que no te lleves un susto. La experiencia no obstante merece la pena, ya que pocos alimentos son tan sabrosos y beneficiosos para nuestra salud.
En este último punto tenemos que destacar su alto contenido en proteínas y ácidos grasos poliinsaturados, dos elementos que son esenciales para prevenir las enfermedades del corazón, así como fósforo, vitaminas y otras sustancias como la tiamina o niacina.

¿Dónde la puedo conseguir?

En tu mercado habitual podrás encontrar ventresca de bonito del norte fresca cortada en piezas, que según su tamaño darán para un par de raciones o más. Pero has de tener en cuenta que este alimento gourmet solo está disponible durante los meses de verano, cuando las embarcaciones vascas, gallega, asturianas, cántabras y francesas se reúnen en torno al Mar Cantábrico.
Por ello, si quieres disfrutarlo durante todo el año tienes la opción de hacerte con una conserva en aceite de oliva virgen extra, que te ayudará a matar el gusanillo hasta que vuelva el periodo de pesca.

¿Cómo se prepara la ventresca?

Como todos los alimentos de gran calidad, puedes cocinarlos de manera sencilla para así disfrutar por completo de su sabor. En este sentido, muchos prefieren la ventresca simplemente a la plancha con un chorro generoso de aceite de oliva, a veces con unos ajos refritos para realzar aún más su presencia.
Y por supuesto puedes realizar recetas más elaboradas, como ventresca encebollada o con pimientos del piquillo que estarán absolutamente deliciosas, aunque si es la primera vez que lo compras en fresco te aconsejamos que no te compliques mucho la vida.
En cuanto a los mejores caldos para acompañarla, se admiten vinos tanto blancos como tintos, muy aconsejables para el maridaje de esta delicatesen venida del mar.